lunes, 29 de marzo de 2010

APEGADA A LA TIERRA

Apegada a la tierra

La parroquia mantiene un marcado carácter rural, sustentado en un planeamiento

urbanístico protector del paisaje y en el predominio de las actividades agrícolas y ganaderas






Casería tradicional de la parroquia.
jorge peteiro


JAVIER GRANDA Situada en el confín más meridional del municipio, en el límite con el concejo de Siero (parroquia de Anes) y en vecindad con las colaciones gijonesas de Cenero, La Pedrera y Leorio, la parroquia de Ruedes es una de las más hermosas y menos conocidas de Gijón. A diferencia de otras parroquias del entorno, en las que el progreso del hábitat suburbano de baja densidad ha alterado profundamente la ordenación tradicional del espacio, Ruedes mantiene todavía un marcado carácter rural, sustentado en el predominio de las actividades ligadas a la ganadería y la agricultura. Tan significativo es el vínculo con la tierra que parece que Ruedes estuviera apegada a la misma como los añosos carbayos que alindan sus viejos caminos.

El relieve de Ruedes es accidentado y abrupto -es la parroquia que está situada a mayor altitud de todo el municipio-, lo que le confiere al paisaje un aspecto rotundo, pero de notable atractivo. Los fuertes repechos y las estrechas vaguadas, atravesadas por incisivos regatos (los arroyos de la Badolla, el Regatón, los Cebreros), se alternan con pequeñas planicies, que son más extensas en las vegas del arroyo de La Florida y del río Pinzales, que marca, con su caprichoso divagar, límite con Cenero. Sobre el mismo, se levantaron puentes de sólida fábrica y sonoros nombres, como el del Aguión, la Araña o el Rosal, que forman parte del rico patrimonio arquitectónico de Ruedes.

Una parte destacable de la superficie parroquial (3,6 kilómetros cuadrados) está ocupada por bosque, aunque las especies de repoblación, fundamentalmente eucaliptos, han desplazado a otras autóctonas como el roble y el castaño. Tan sólo el bosque de ribera conserva cierta prestancia. En esta parroquia, el proyecto municipal denominado «Arco medioambiental» dispone de una superficie de 3,9 hectáreas en la zona del Cuetu, en la que se están llevando a cabo diversas actuaciones para potenciar el arbolado autóctono y reducir el impacto paisajístico y ecológico de las especies de colonización.

Ruedes mantiene una clara vocación rural y las actividades relacionadas con el campo, especialmente las de orientación ganadera (con 16 explotaciones de vacuno y 4 de ovino-caprino), constituyen la base de la economía familiar de sus vecinos, aunque una parte de la población activa, sobre todo la joven, compagine estas tareas con empleos vinculados al medio urbano. El acento rural se deja sentir con fuerza en el paisaje local. Y los prados de siega o diente, las tierras de labor y las antiguas caserías -Los Coletos, El Cueto, Casa Aquilino o la Quintana Florida- dan entidad y armonía al conjunto parroquial.

La única nota discordante en este sugestivo paisaje la ponen unos pocos «fines de semana», nefandos testigos del desarrollismo más hortera de épocas pasadas. De los numerosos productos hortofrutícolas que producen las tierras de Ruedes, desde antiguo son muy apreciadas «les fabes largues» o de la granja, aunque su producción, a falta de explotaciones intensivas de carácter profesional, es limitada y casi destinada al autoconsumo.

La parroquia de Ruedes está compuesta por dos barrios: La Figar y Ruedes, y su población a diciembre de 2006 era de 106 habitantes; 52 en el primero y 54 en el segundo. Llama la atención que, tratándose de una población de carácter rural y situada en una posición excéntrica respecto del núcleo urbano, en la comparación de estos datos con los extraídos del censo de 1996, apenas haya variación (un habitante menos en la actualidad). Esta situación está asociada, en buena medida, al apego de los vecinos a la tierra, que no renunciaron a su modo de vida tradicional para buscar otros horizontes más urbanos. También a la tranquilidad y calidad paisajística de la parroquia, que actuó como factor de atracción para el asentamiento de nuevos residentes.

Estas circunstancias actuaron de contrapunto para cubrir las bajas del ciclo vital, equilibrando la estructura demográfica de la parroquia. Sin embargo, es necesario señalar que la evolución del espacio residencial unifamiliar de nueva construcción ha sido limitada y se ha dilatado en el tiempo. Sólo se ha incrementado ligeramente en los últimos años (nueve licencias en este lustro), en consonancia con las prescripciones del planeamiento que, para preservar los valores paisajísticos, limitaban la edificación al entorno de los núcleos rurales. Esta dinámica inmobiliaria es otro indicador del ambiente rural que planea sobre la parroquia y de su papel en el marco municipal.

Aparte del interesante patrimonio vinculado a la arquitectura popular, formado por un rosario de caserías centenarias repartidas entre las dos entidades de población, es de destacar la capilla de la Concepción (siglo XVII), integrada en la quintana de Morán. Junto con la de la Magdalena, de origen románico, componen los únicos ejemplos de arquitectura religiosa del lugar.

En el año 2001, se procedió a la rehabilitación de las antiguas escuelas (proyectadas por Miguel García de la Cruz en 1905) para acoger el centro social. Se satisfacía con ello una de las viejas aspiraciones colectivas, pues desde que cerró Casa Nieves, el último chigre-tienda de la parroquia (1991), los vecinos carecían de un lugar apropiado para reunirse a pegar la hebra. En ese mismo año, y en atención a haber sido distinguido como el «Pueblu más guapu» de Gijón (1999), también se restauró el lavadero de Palacio, otro interesante ejemplo de arquitectura popular. Hasta hace sólo unas décadas, este lavadero era una infraestructura imprescindible en la vida cotidiana de los vecinos, que carecían de agua corriente.

Actualmente, Ruedes está en una etapa de transición. Si la parroquia no consigue modernizar sus estructuras productivas, tan apegadas a la tierra, el declive demográfico pronto se dejará ver desde el alto de la Talameruca.


Javier Granda es geógrafo

fuente :LA NUEVA ESPAÑA



La cuadrilla de la Magdalena

un grupo de vecinos asume de forma desinteresada, y a falta de ayuda municipal, el trabajo de mantenimiento y adecentar los espacios públicos de la parroquia

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